martes, enero 30, 2007

Luna blanca

Sólo alguien amante de las letras y cómplice nocturno de sus causas podrá comprender el sentir profundo de los latidos de las almas. Sólo alguien capaz de comprender la sabiduría de los tiempos y el indescifrable devenir del destino de los mortales podrá habitar otros mundos posibles sin que otros lo delaten.

Posterior al todo desbordamiento llega la calma. La luna eclipsa lo que toca pero no encandila lo que ama. Apasionada compañera de los viajes se otorga el privilegio de la mezcla. Es incierto su andar, pero en el fondo cree comprender el sentido profundo de sus pasos.

Y luego se enamora de la paciencia y con ella espera... siempre espera que en su sueño el sol le cuente por qué teme, en qué cree y por qué vale la pena ser cada dia y cada noche descaradamente ella...

1 Comments:

At 10:40 p. m., Blogger Astrolabio-jsa said...

Buen poema. Saludo.

 

Publicar un comentario

<< Home