lunes, febrero 26, 2007

Sobre la magia

¿Andabas por las calles con el corazón roto?
Sólo recuerda que las gotas mágicas no siempre pegan.
Aunque sí deseo que el porcentaje que corresponde a su efectividad te toque a ti.

En todo caso -y para no entrar en pánico- siempre hay un plan B (que fue A y Z en simultáneo a lo largo de lo que llamas "pasado"): una varita mágica reposa en tu mesa de noche y a diario arrulla tus sueños...

domingo, febrero 11, 2007

NO HAY LUNA

Acecharán las equívocas melodías que evocan las más profundas pasiones, y esta noche no hay Luna. Esta noche no te sumergirás en las aguas coloridas que con delicadeza preparaba con mis versos para envolver tu cuerpo como el más fervoroso de los amantes. No encontrarás tu nombre escrito en la punta de mis dedos y no verás el reflejo de tu rostro componerse en frases sublimes que describan el universo que habríamos dibujado con nuestras caricias.

No hay luna.

Esta noche no sentiré tu respiración ni recostaré mi cabeza sobre tu vientre. No sentiré el tibio roce de tu cuerpo y no descubriré tus formas en el silencio de nuestra complicidad. No hablaremos de nada y no reiremos en el sueño inverosímil de la felicidad, porque esta noche no hay Luna. No repetiré una y mil veces mis frases infantiles, ni te asediaré tratando de convencerte de mis más profundos sentimientos.

No estás, Luna.

Esta noche estás ausente, y te has permitido, ante todo (vanamente caprichosa), ser lo que descaradamente eres (que para ti habrá valido la pena). Y te lo has permitido, y por eso esta noche no hay Luna. Pero sé, y tendré que resignarme ante el eterno resonar de tus palabras en el vacío; en el dolor, repitiendo incesantemente, incansablemente, como eternas puñaladas. Lo sabes; y lo sé, que después de amarte con mi vida, no pensaste lo impensable; lo sé y no tendrás que repetirlo…

¡Ya no hay Luna!